jueves, 4 de julio de 2013

Douglas Engelbart Visionario del Futuro



Visionario del Futuro
Douglas Engelbart

Publicado en laflecha.net  Tu diario de ciencia y tecnologia.

Este genio de la informática, cuyo nombre completo es Douglas Carl Engelbart, nació un 30 de enero de 1925 en Portland, Oregon (Estados Unidos) y creció en una pequeña granja de un acre cerca de Portland durante los años de la Gran Depresión, donde ayudaba a ordeñar a las vacas, daba de comer a las gallinas, y cuidaba el jardín. Desde pequeño tuvo muy clara su orientación profesional. En 1942 terminó el instituto y se marchó a Oregon donde comenzó a estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad Estatal en Corvallis, estudios que pronto tendría que abandonar para ir como tantos otros jóvenes a la guerra. Su destino fue Filipinas. Durante la II Guerra Mundial Engelbart trabajó durante dos años de técnico de un invento reciente, el radar, que utilizaba un innovador sistema de mostrar información a través de una pantalla. Aunque Engelbart no tenía el más mínimo interés por la tecnología militar, sí que encontró atractiva esta nueva tecnología que probablemente sería la semilla de su futura visión sobre cómo las máquinas podían mostrar información. Si un monitor de radar puede hacer esto, un ordenador también, pensó Engelbart. 

15 Feb 2006

Tras dos años en la guerra, volvió a casa y a sus estudios. Después de su graduación en 1948 consiguió un puesto de ingeniero eléctrico en el Laboratorio Aeronáutico de Ames (la precursora de la NASA o RC) en Mountain View, California. Fue durante esta época cuando nuestro genio comenzó a pensar sobre lo complicado que comenzaba a ser el mundo y cómo los humanos podíamos solucionar este reto de comprensión y manejo en una sociedad que no paraba de evolucionar. Aquí es donde enlazamos con la visión de Theory of augmentation o Teoría del Aumento que se resume en ayudar al incremento del intelecto humano permitiendo a las máquinas diseñar la parte mecánica de los pensamientos e ideas. Y es que 1950 supuso un antes y un después en su vida. Puso el freno y se preguntó: “¿Cómo puedo ayudar a la humanidad?” Su visión, que imaginaba a las personas sentadas delante de pantallas que mostraban información, gracias a la que los usuarios podrían formular y organizar sus ideas con más rapidez y flexibilidad, cobraba forma (una idea de “locos”, ya que en esta época los ordenadores funcionaban como meras calculadoras científicas).

En 1951 (año en el que también contraería matrimonio) dejó por completo todo lo que estaba haciendo (abandonó Ames) para centrarse de lleno en el mundo de los ordenadores. Se doctoró en Ingeniería por la Universidad de Berkley en 1955. Con objeto de fundar su propio centro de investigación abrió un pequeño negocio de semiconductores que abandonaría en 1957. Tras el rechazo por parte de David Packard (de Hewlett Packard) a las ideas de futuro de Engelbart, comenzó a trabajar en el Instituto de Desarrollo de Stanford (Stanford Research Institute) concretamente en el Augmentation Research Center (cuya principal vía de investigación era el NLS -Online System-, la primera implementación con éxito del hipertexto) que el mismo bautizó, donde se dedicó a desarrollar herramientas que aumentasen las capacidades y productividad humanas, proyecto que pronto le llevaría al desarrollo de un dispositivo que revolucionaría la informática: el ratón.



Este dispositivo, que fue concebido inicialmente como un indicador de la posición x-y en la pantalla del ordenador para facilitar su manejo al usuario, como un intermediador entre la máquina y el hombre sin necesidad de comunicar al pc mediante instrucciones u órdenes lo que quisiéramos que ejecutara, está inspirado en las ideas de Vannevar Bush (As we may think), quien en 1945 ya soñaba con "navegar" entre hipertextos con su máquina Memex. “A Conceptual framework for the augmentation of Man's Intellect (1963)” es el título del estudio de Engelbart basado en las ideas de su antecesor Bush, donde intenta definir en 132 páginas, las funciones que habrían de incorporar las máquinas y los programas para poder mejorar su rendimiento y ayudar a aumentar las capacidades cognoscitivas humanas.

En base podemos establecer que la visión de Engelbart recogía cuatro campos principales a través de los cuales la tecnología se tornaba esencial para aumentar las capacidades del hombre. Estos campos eran: la creación de artefactos, el lenguaje del hombre, la metodología y el entrenamiento. Estas áreas forman parte de su dimensión cognitiva de la tecnología.

En las primeras pruebas del ratón probaron con una pelota grande y pesada y aparatos con ejes centrales. Contaban con un panel bastante ligero que se sostenía al lado de la pantalla y con un control movible para manejar las cosas. Pero pronto comprobaron que en rapidez y precisión, aquello que comenzaron a llamar ratón, se llevaba la palma. Así, el primer modelo desarrollado por Engelbart y su compañero de faenas Bill English, fue construido de forma artesanal con materiales tan simples como la madera o una moneda, pero su funcionamiento es prácticamente idéntico al de los ratones actuales. Este primer ejemplar es sin duda una pieza histórica en informática, y reside en la casa de California de su inventor, y no en ningún museo especializado como podría pensarse.

El nombre con el que fue registrado el ratón fue “X-Y Position Indicator for a Display System y posee la patente número 3.541.541.



La presentación oficial del ratón se realizó el 9 de diciembre 1968, año de revoluciones, en el Civic Auditorium de San Francisco con una expectación impresionante y un público de más de 2.000 personas. Engelbart había preparado, junto con su equipo de 17 investigadores, una espectacular presentación multimedia que duró unos 90 minutos (donde se presentaron muchas innovaciones como el hipertexto o la primera videoconferencia) y en los que quedó patente su intención de trabajar por la mejora de la comunicación real entre hombre y máquina (ordenador = herramienta de comunicación); y es que Engelbart, a pesar de ser un hombre de ciencias, siempre ha tenido una filosofía de trabajo orientada al uso social de la tecnología como ya hemos dejado entrever.

Para más detalles, durante la presentación, Engelbart usó su ratón para manipular textos e imágenes en una gigantesca pantalla. Reorganizó una lista de la compra, utilizando varias carpetas, se comunicó con sus colegas del SRI de Menlo Park que se encontraban a 35 millas, y puso sus fotos en la pantalla. Colaboró online con un colega del SRI donde los punteros del ratón podían verse fluctuar en la pantalla mientras revisaban conjuntamente un documento. La ovación fue tremenda.

La primera aparición escrita del término que recoge el Oxford English Dictionary data de 1965 y procede de un artículo de Engelbart en el que explica que "cómodamente al alcance de la mano derecha del usuario está un dispositivo llamado ratón, que desarrollamos para evaluación, como medio de seleccionar los elementos del texto sobre los que han de operar los comandos". El origen del nombre parece haber sido, claramente, la forma física de este artilugio, aunque ni el mismo Engelbart se acuerda de quién comenzó a llamarlo así.

Este genial científico, considerado por muchos como el Thomas Alva Edison de la informática (también se le conoce como el antecesor de la ofimática moderna) desempeñó un papel esencial en esta parcela del mundo en la que nos movemos. Aparte de su aportación del ratón, con las aportaciones de Engelbart también se desarrollarían el primer sistema digital de producción colectiva o groupware basado ya en la idea del hipertexto (Theodor Nelson acuñó el término hypertext en 1965 al que definió como “escritura no secuencial”); el sistema de "ventanas" (windows), que constituye la idea de base sobre la cual se construyeron los actuales sistemas operativos user friendly; los sistemas de ayuda integrados a la interfaz (los llamados help-on-line) que complementan y/o sustituyen los manuales escritos; el procesador de textos; y un sistema avanzado de correo electrónico.



En el verano de 1967 se anunció que todos los laboratorios de investigación informática promovidos por ARPA (Advanced Research Projects Agency) la agencia estatal, podrían ser conectados para promover el intercambio de información y fuentes. Esta idea apasionó a Engelbart. Vio Arpanet como un vehículo excelente para extender el sistema NLS a una colaboración amplia, extensa. Fue entonces cuando propuso un Network Information Center (NIC) que él mismo construyó y dirigió hasta 1977. Debido a su activa colaboración con este proyecto de la comunidad Arpanet su laboratorio fue el segundo nodo de la red. Así, el Stanford Research Institute fue uno de los nodos (la red original estaba formada por cuatro nodos situados en las universidades californianas de Los Ángeles (UCLA) y Santa Bárbara, en la de Utah y en el Instituto de Investigación de Stanford) de esta red pionera que interconectaba algunas universidades y centros de investigación de Estados Unidos y que se conoce como la precursora de internet.

Sin embargo Engelbart fue perdiendo influencia de cara a las subvenciones, por unas ideas que calificaban de “radicales”. De este modo, en 1978, tras la pérdida de presupuestos para sus investigaciones, Engelbart tuvo que cerrar su laboratorio.

No sólo esta pérdida tuvo que sufrir nuestro genio. En 1976 la casa de Engelbart se destruyó producto de las llamas en un incendio que se produjo en mitad de la noche y del que tuvieron que escapar con lo puesto. Fue un momento bastante triste para la familia, pero poco a poco, reconstruyeron su casa.

En 1984 el ratón de Engelbart (con un solo botón) pasó a ser incorporado de serie en las Macintosh de Apple, pero no sería hasta los 90 cuando penetraría de forma extendida en los hogares como una parte o elemento más del ordenador. Así, este se ha convertido en el segundo periférico más importante en un ordenador (el primero es el teclado, obviamente).

Tras el paso del tiempo, con la evolución en el diseño de los ordenadores en general, también se han producido modificaciones en el diseño y prestaciones del ratón, pero inalámbrico o no, óptico o no, con rueda, con 4 o más botones, ergonómicos... la base sigue siendo la misma y su funcionamiento tampoco ha cambiado. Podríamos decir que ha cambiado más exterior que interiormente.


A pesar del éxito de Engelbart con su dispositivo de comunicación con el ordenador, no se puede decir que Engelbart se enriqueciera precisamente de un día para otro gracias a su invento, y es que la patente del ratón adjudicaba todos los derechos a la Universidad de Stanford, con lo cual Engelbart sólo recibió un cheque con varios ceros (10.000 dólares concretamente), que lógicamente en su momento supondría una pequeña fortuna, pero que es incomparable con el dinero que ha podido generar la patente del ratón desde su invención hasta los tiempos que corren. Y es que la patente que recibió en 1970 por el ratón expiraba en 1987, antes de que este se convirtiera en un dispositivo indispensable en el ordenador; y fue SRI la que continuó con la patente, por lo que Engelbart nunca recibió los “royalties” del mismo.

Después de 20 años dirigiendo su propio laboratorio y 11 años como científico, primero en Tymshare, donde se encontró marginado y relegado a la oscuridad, -a pesar de que varios ejecutivos mostraron interés por sus ideas, ninguno de ellos se ofreció a poner fondos para su desarrollo; y posteriormente en la Corporación McDonnell Douglas, Engelbart decidió en 1986 retirarse por completo de la vida corporativa.

Fundó en 1989 junto con su hija Christina, un Centro de estudios estratégicos con objeto de mantener viva esa idea bipolar de conocimiento-tecnología para ayudar tanto a empresas como a la administración, y lo llamó Bootstrap. Funciona como una ONG de producción intelectual y lógicamente,a pesar de las propuestas de privatización, es una organización sin ánimo de lucro. Este Instituto tiene sus instalaciones en la sede de Logitech, la empresa de fabricación de dispositivos periféricos que más se ha lucrado con el invento de Engelbart. De ahí que no sea de extrañar esta predisposición por parte de una empresa privada hacia una ONG tecnológica.

El Instituto Bootstrap trabaja con el estándar open hyperdocument system (OHS), un sistema opensource a través del que se establecen colaboraciones en materias de desarrollo y conocimiento de aplicaciones. Su primer objetivo es dar soporte a la creación, organización y mantenimiento de Dynamic Knowledge Repositories (depósitos de conocimiento dinámico), conocidos como DKR.



En la página web del Instituto Bootstrap podemos encontrar incluso una biografía de Engelbart realizada por su hija Christina, cuya primera versión fue escrita en 1986, y que ha ido modificándose con el paso de los años. La última actualización data de 2003.

En 1993 recibió el IEEE Computer Pioneer Award.

En 1996 fue galardonado con el Premio Yuri Rubinsky Memorial que se concede a personas individuales que hayan contribuido a lo largo de una vida llena de esfuerzos al cuidado y desarrollo de la infraestructura mundial de información. Este premio está dotado con 10.000 dólares.

En 1997 le otorgaron el Premio Lemelson-MIT, del Instituto de Tecnología de Massachusets, una eminencia para los investigadores, y que está dotado con medio millón de dólares.

En ese mismo año recibe también el Premio Turing, galardón otorgado todos los años por la ACM a individuos destacados por sus contribuciones técnicas a la comunidad informática. Está considerado como el Premio Nobel de la Informática.




En el año 2000 el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, le hacía entrega a Engelbart de la Medalla Nacional de Tecnología por crear las bases de la informática personal.

En 2001 fue galardonado con la Medalla de la Sociedad Británica de Computación Lovelace. Este reconocimiento se otorga a aquellas personas que han realizado contribuciones significativas en el avance de los sistemas de información o en la comprensión de su desarrollo.

En 2005 ha sido galardonado con el Norbert Wiener Award que otorga anualmente la Asociación de Profesionales de la Informática por una Sociedad Responsable.

Actualmente Engelbart divide su tiempo entre el Instituto Bootstrap y dirigiendo seminarios, publicaciones, mesas de trabajo... De hecho Engelbart es autor de más de 25 publicaciones; ha generado un total de 20 patentes y como hemos podido comprobar, recibido una gran cantidad de premios y reconocimientos.

Respecto a su vida, Engelbart que cuenta ya con 80 años, reside con su mujer y sus dos gatos en la zona costera de San Francisco. Engelbart tiene una decena de nietos gracias a sus cuatro hijos que viven bastante cerca de él. Le encanta hacer ejercicio, ir de excursión, de camping, de pesca, leer, bailar, montar en bicicleta, escribir historias de ciencia ficción para niños o incluso leerle documentos de sci-fi a su esposa cuando tiene problemas para dormir.

Curiosidades

El primer ratón, construído por el propio Engelbart a partir de un bloque de madera, tenía el botón (un pulsador hecho con una moneda de cinco centavos) en el lado derecho del artilugio. ¿El motivo? Como podéis imaginar, Engelbart era zurdo.

Debido a su entrenamiento en el ejército, Engelbart fue capaz de trabajar prácticamente todo el día sin descanso durante largos años, usando su tiempo libre para desarrollar y escribir los conceptos de las tecnologías que tenía en mente.

En el libro Bootstrapping: Douglas Engelbart, Coevolution, and the Origins of Personal Computing se desprende que Engelbart demostró no haber servido como organizador de grupos de trabajo y aparentemente no fue capaz de transmitir su visión a los colaboradores. Así, la mayoría de ellos fueron a parar (en 1978) a Palo Alto Research Center de Xerox, donde impusieron la facilidad de uso como uno de los requisitos fundamentales de cualquier sistema, lo que Engelbart vio como una traición a sus ideales, ya que para él siempre predominó el desarrollo de las capacidades por encima de la facilidad de uso.

La presentación original en vídeo de los famosos 90 minutos de 1968 forman parte de la Colección Engelbart en las Colecciones Especiales de la Universidad de Stanford. El vídeo original fue editado y secuenciado en 35 partes distintas (en formato Real Video).

Las ideas de Engelbart eran tan radicales, revolucionarias y asombrosas, que hubo muchos asistentes a la famosa presentación del 68 que creyeron que todo se trataba de una farsa, un hoax.




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