Si ha decidido que su hijo sea emprendedor en vez de futbolista no crea que se ha librado de madrugones y partidos. Le queda una rutina de preparación por delante.
Artículo publicado por el blogger amigo Sebantián Morelli Jaimez, en su blog sebasmoreliijaimez.com
Están los trabajos de verano, muy
apropiados para que el niño sepa de primera mano que el dinero no crece
en los árboles. También están los típicos puestos de limonada, de
galletas, bizcochitos o cualquier otro producto casero que se vende en
la acera, cerca de casa, a la vista de mamá. Se trata de un negocio
idealizado por las películas de Hollywood, pero ningún menor se ha hecho
rico con esta actividad comercial.
Éstos y otros métodos de fomentar el
gusto por la creación de empresas sólo darán un barniz emprendedor a sus
hijos, pero en todo caso participan de la filosofía que asegura que el
emprendimiento se enseña desde la escuela. Y si se consigue repasar cada
día en familia, mucho mejor. Aquí van algunos consejos por si usted
quiere empezar como mentor de creación de empresas con sus hijos.
Y no deje que nadie le acuse de exagerado
o friki. Mezclado con cariño, una dieta sana, deporte y amigos, esta es
una forma como otra cualquiera de asegurar el futuro de sus vástagos
sin que se conviertan en bichos raros:
- Quizá
pueda parecerle sorprendente y antipedagógico, pero algunos expertos
aconsejan que cultive en sus hijos una especie de virtud de la
desobediencia. La mentalidad start up que caracteriza a los creadores de
nuevas empresas valora la disrupción, la ruptura. No está de más que
mantenga en sus niños el gusto por lo desconocido, por hacer las cosas
de manera diferente. Éstos son los ingredientes principales para la
creatividad. Enséñeles por tanto maneras constructivas de desafiar el
statu quo. Muéstreles cómo desafiar las normas de forma constructiva.
Las visiones estereotipadas bloquean al visionario. Imagine para sus
hijos aproximaciones contradictorias, y acostúmbreles a trabajar con
conceptos opuestos.
-
Desarrolle modelos de resolución de problemas que preparen a sus niños
para encontrar ideas de negocio en la vida cotidiana. Fomente las
soluciones tipo “tormenta de ideas”. Ayúdeles a identificar los
problemas y a pensar en las posibles soluciones.
- En
relación con esto, permita que sus hijos tomen decisiones. Las pequeñas
decisiones de hoy les ayudarán a tomar las decisivas y grandes de
mañana.
-
Enséñeles a “aprender haciendo” y a construir nuevas oportunidades. Les
servirá para darse cuenta, en su momento, de que con demasiada
frecuencia las grandes corporaciones están atadas por políticas,
procesos y planes. En vez de eso, la start up busca constantemente
victorias y resultados rápidos.
- Su
influencia como padre alejará en sus hijos el miedo al fracaso. Inculque
en ellos la necesidad de intentar cualquier clase de proyecto, de que
no teman fallar, de que aprendan de sus errores y, por supuesto, de que
lo vuelvan a intentar. En el futuro, su hijos emprendedores le deberán
el haber adquirido la herramienta esencial de cualquier creador de
empresa. Tenga en cuenta que el trabajo de sus hijos cuando sean
emprendedores será asumir riesgos, a pesar de que no tengan demasiadas
garantías ni una promesa segura de cuánto dinero van a ganar. Cree una
cultura que recompense la innovación y la experimentación, en la que el
fracaso sea visto como una experiencia de aprendizaje.
- Haga
que sus hijos lean. Proporcióneles toda la información posible acerca de
los sectores, industrias, tendencias, negocios, productos o consejos
que tienen que ver con su pasión. El emprendedor debe ser un experto en
aquello que ama. Usted puede ayudar a sus niños a lograrlo.
-
Preocúpese de que en la red de relaciones de sus hijos haya personas que
puedan ayudarles en sus propósitos profesionales, que sean capaces de
aconsejarles y clarificar sus objetivos. Motíveles para que exploren la
opción de contactar con profesores que puedan actuar como mentores. Haga
todo lo posible por rodear a sus vástagos de verdadera diversidad
intelectual. Si quiere que sean más creativos necesita ampliar su
círculo social, e incluir en él a gente que sea diferente a ellos. Esa
red más extensa de contactos les abre a nuevas formas de pensar.
- No es necesario que les diga que los Reyes son los padres antes de los cinco años.
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